lunes, 16 de marzo de 2015


ARTE RENACENTISTA

En esta etapa se busca humanizar el arte de la cultura mitológica porque antes del renacimiento  el tema único permitido principalmente en la pintura, escultura y arquitectura era la religión.



Sandro Botticelli
NACIMIENTO DE VENUS (Simonetta), 1486
Pintura al temple: 
1,72 m x 2,78 m
Galería Uffizi, Florencia, Italia

El nacimiento de venus es una de las pinturas más representativas inspiradas en la tradición griega de la belleza tomada del pasado clásico. Aquí en artista pinta el nacimiento de Afrodita, la diosa de la belleza. Podemos ver el pudor y cómo cubre con su cabello su parte íntima, además todos a su alrededor parecen querer cubrirla.






Tiziano
V E N U S, 1538
Óleo sobre lienzo: 165 cm × 119 cm
Galería Uffizi, Florencia, Italia

Este es un "Nacimiento de Venus" en un estilo diferente. En esta pintura el artista pierde el tema mitológico. Crea su obra en un contexto totalmente diferente al que se había venido utilizando. El mito se vuelve un pretexto. Ya no es la diosa de la belleza. ES LA BELLEZA EN SÍ EN EL CONTEXTO COTIDIANO. ES REAL y pareciera que pudiéramos sentirnos a su lado con solo observar detenidamente la obra y poniendo especial atención a su mirada que nos está invitando. Descontextualiza la belleza griega a lo cotidiano, a algo tangible. Además, pienso que es clave el juego que el artista hace con las sombras pues le dan un contraste mayor.






Francisco Goya
Maja desnuda, 1797-1800
Óleo: 97 cm x 1,90 m
Museo del Prado, Madrid, España

Esta obra ha dejado de lado el pudor y se puede notar en la postura desinhibida y con complicidad de la modelo. Si observamos su rostro podemos darnos cuenta de que ya sonríe. En esta obra podemos apreciar a una mujer moderna, de carne y hueso. Aquí el artista no necesita el pretexto mitológico para pintar desnudos puesto que la belleza está enfrente de nosotros y es tangible, está aquí y ahora en nuestro mundo.






Manet
Olympia, 1863
Pintura de aceite: 130.5 x 190 cm
Museo de Orasay, París, Francia


El artista pinta a una modelo que se hace pasar por prostituta. Jóven proletaria que se prostituye en su burdel con una mucama negra. Se ofrece al espectador, lo invita a estar con ella. Es un cuadro realista que nos muestra la belleza del tiempo presente, sin espejismos ni utopías con las diosas griegas.




Marcel Duchamp
Pintura de aceite: 1,47 m x 90 cm
Museo de Arte de Filadelfia, EUA

Podemos ver  movimiento y el dinamismo en la pintura, diferente a las demás. Podemos pensar en el hombre como tecnología misma, casi como una máquina.











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